Camino

Ser parte de la construcción de la música es algo que me llena de vida.

Siempre he creído en el trabajo artesanal y poder realizar piezas únicas, es una oportunidad muy grande.

 

Mis primeros pasos en la construcción de instrumentos de cuerda comenzaron en La Escuela de Violería Pedro Figari (Montevideo), con la guitarra clásica.

Seguí mis estudios, especializándome en la construcción de instrumentos de cuerda frotada (violín, viola y violoncello), en La Escuela de Lutheria Bele, en Bilbao (Bizkaia); donde me encontré con una de mis grandes pasiones, desafiándome ante un trabajo aun más fino y delicado.

 

 

 


Poder trabajar con un elemento tan lleno de vida como la madera y descubrir su sonido en el proceso, es algo que no puedo describir con la palabra.